domingo, 19 de octubre de 2014

"Comparación sistema educativo español VS finlandés" (Actividad de reflexión y análisis 2)

Casi todos los informes y estudios en materia de educación coinciden en situar a España a la cola en este tipo de estadísticas, y contamos con uno de los índices más altos de fracaso y abandono escolar a nivel mundial pero ¿a qué es debido? A mi modo de ver, existen varios aspectos que influyen en ello:

- Políticas educativas: Objetivo… ¿mejorar la educación?
     Han existido múltiples cambios en las políticas educativas durante el período democrático en nuestro país para, en teoría, intentar mejorar los problemas de la educación en España. Pero la realidad es que ninguna ha logrado terminar de solventar estos problemas. En lugar de ello, estas reformas parecen centrarse más en componentes partidistas que subyacen las ideas políticas del gobierno de turno.

- Ausencia de consulta y consenso para llevar a cabo esas políticas
     En relación con el punto anterior, cabe señalar que, sorprendentemente, nadie consulta a la propia comunidad educativa a la hora de desarrollar reformas en materia de educación. Parece lógico pensar que serán los que día a día llevan a cabo el proceso educativo (profesores, familias y los propios alumnos) quienes mejor sabrán lo que se necesita en este aspecto, pero la realidad es que su opinión no cuenta para desarrollar las leyes por las que posteriormente deberán regirse.

- Reducción de la inversión en educación y desprestigio de la escuela pública
     Cada vez se invierte menos en educación, lo cual se traduce en mayor ratio de alumnos por clase, dificultando la labor educativa y haciendo prácticamente imposible la asistencia a alumnos con necesidades educativas especiales. Por ello, muchas familias optan por la educación privada o concertada, dejando que se concentre en en la escuela pública un gran número de alumnos con necesidades o en situación de desventaja social. Así, la equidad y heterogeneidad de la escuela pública se convierte en punto negativo, en lugar de valorar dicha heterogeneidad como uno de los valores importantes que los niños deberían aprender en el colegio y trabajar para que todas las personas tengan la posibilidad de disfrutar de una educación de calidad.

- Déficit en formación del profesorado y desprestigio social de la figura del profesor
     En España, para cursar los estudios de magisterio se necesita la nota de corte más baja. Además, existe un generalizado menosprecio hacia dichos estudios, pues se piensa que es una carrera “fácil” que eligen únicamente los alumnos cuando sus notas “no alcanzan” para estudiar otra carrera. En cuanto a los profesores de educación secundaria, a pesar de poseer extensos conocimientos en la materia que imparten, carecen de habilidades y competencias pedagógicas para desarrollar de manera óptima el proceso de enseñanza.

- Desvinculación de la familia en el proceso educativo
     Las extensas jornadas de trabajo dificultan en muchas ocasiones la necesaria vinculación de los padres en el proceso educativo de sus hijos, tanto en lo que se refiere al contacto con el centro educativo como a la educación de valores en casa.
               
- Paradojas de nuestro sistema educativo
     Tras esta evaluación de nuestro sistema podríamos pensar que la cualificación de las personas en nuestro país es muy escasa, pero paradójicamente somos uno de los países con mayor volumen de población sobrecualificada en el mercado laboral. Además, nuestros alumnos permanecen en la escuela multitud de horas.


     Teniendo estos elementos en cuenta, cabe preguntarse: ¿es posible cambiar el sistema a otro que logre definitivamente acabar con estos problemas? ¿Hay algún país que lo haya conseguido?

     En contraposición a España, Finlandia suele situarse a la cabeza en los estudios de educación. Sin embargo, los niños permanecen menos horas en el colegio y la educación privada es prácticamente inexistente. Parece ser que el cambio no debe darse únicamente en el trabajo en el aula, si no en el pensamiento de la población a nivel social.

- Políticas educativas: Consenso entre comunidad educativa y gobierno y reformas a largo plazo
     El gobierno finlandés tiene en cuenta la opinión del profesorado para llevar a cabo sus políticas educativas. Además, los cambios de gobierno no se traducen en cambios de legislación en este sentido. Existe un consenso entre los diferentes grupos políticos y la sociedad en general en materia de educación.       

- Inversión en educación y apuesta por la educación pública
     No existe una gran diferencia en la cantidad de impuestos que se pagan entre Finlandia y España, pero sí en la inversión que con esos impuestos se hace en materia de educación. Los finlandeses perciben la educación como algo imprescindible a lo que toda la población debe tener derecho. El 98% de las escuelas finlandesas son públicas y completamente gratuitas. Ni siquiera es necesario pagar por el comedor o los materiales escolares. No existen centros en los que se concentre un mayor número de alumnos con necesidades educativas especiales. Todos los centros son heterogéneos, existe diversidad que además es vista de manera positiva, pues es una forma de aprender a convivir con personas de diferentes orígenes y clases sociales, con diferentes dificultades y capacidades. Además, la ratio de alumnos es mucho más baja, con unos 20 alumnos por clase, y existen suficientes profesores de apoyo o refuerzo para alumnos con necesidades especiales.

- Amplia formación del profesorado y gran prestigio social de la figura del profesor
     En Finlandia, la figura del profesor cuenta con un gran prestigio a nivel social. Además los estudios necesarios para llegar a ser docente son muy amplios y sólo los mejores llegan a ocupar los puestos de trabajo. Esto hace que el que consigue este propósito está verdaderamente motivado para ello, pues ha tenido que esforzarse para conseguirlo y además aumenta el reconocimiento de la profesión en la sociedad.

- Vinculación de la familia en el proceso educativo
     La familia finlandesa es realmente partícipe del desarrollo educativo de su hijo. Existen facilidades laborales para que los padres estén en contacto con el centro escolar, cuentan con un sistema electrónico de comunicación entre padres y profesores y existe la posibilidad de que los progenitores acudan a ver cómo se desarrolla una clase. Además, la jornada de trabajo es más corta y existen permisos de paternidad amplios para que los padres desarrollen parte de la educación de sus hijos, sobre todo en lo que aprendizaje de valores se refiere, en casa.

     Como conclusión final a este trabajo de comparación de sistemas educativos diré que, el cambio en materia de educación no es un cambio que dependa de los profesores, ni de las familias, ni de los alumnos, ni siquiera en exclusiva del sistema educativo. Se trata de un cambio social a largo plazo. Debemos, todos los que conformamos la sociedad, hacer balance, entender que la educación no supone una mera adquisición de conocimientos, si no que implica el desarrollo integral del individuo para su inclusión en la sociedad. Para saber moverse en ella y mejorarla. Porque no olvidemos que las personas que ahora se están desarrollando serán las que, el día de mañana, conformen esa sociedad.


En relación a este tema, es interesante el documental de Salvados del 03.02.13 "Cuestión de Educación".

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