El Manifiesto Pedagógico “No es verdad”, promovido por la red INRES (Investigación y Renovación Escolar) es
un documento firmado por distintos colectivos (docentes, madres, padres, estudiantes
y ciudadanía en general) que se sienten preocupados y molestos por la difusión
de creencias sobre la escuela pública española que distorsionan gravemente la realidad,
generalizando una forma de pensar en torno a la educación poco fundamentada y pobremente
argumentada. Así, hacen pública su opinión afirmando lo siguiente en torno a
estas creencias que determinadas personas vierten acerca del sistema educativo:
NO ES VERDAD que en la escuela
española actual predomine un modelo de enseñanza diferente al tradicional.
NO ES VERDAD que en la escuela
española hayan bajado los niveles de exigencia.
NO ES VERDAD que los alumnos y
alumnas de ahora sean peores que los de antes.
NO ES VERDAD que los docentes
españoles tengan un exceso de formación pedagógica y un déficit de formación en
contenidos.
A modo de conclusión afirman
que “La escuela y la universidad necesitan un cambio”, y especifican algunos
principios orientadores sobre los que la escuela debería regirse:
1. Centrada
en los estudiantes y en su desarrollo integral (corporal, intelectual, social,
práctico, emocional y ético).
2. Con
contenidos básicos vinculados a problemáticas relevantes de nuestro mundo,
buscando la calidad frente a la cantidad, la integración de materias frente a
la separación.
3. Con
metodologías investigativas que promuevan aprendizajes concretos y funcionales,
al mismo tiempo que capacidades generales como la de aprender a aprender. Donde
el esfuerzo necesario para aprender tenga sentido.
4. Con
recursos didácticos y organizativos modernos y variados. Una escuela que
utilice de forma inteligente y crítica los medios tecnológicos de esta época.
5. Con
formas de evaluación formativas y participativas que abarquen a todos los
implicados (estudiantes, docentes, centros, familias y administración), que
impulsen la motivación interna para mejorar y que contemplen a las personas en
todas sus dimensiones.
6. Con
docentes formados e identificados con su profesión. Mediadores críticos del
conocimiento. Dispuestos al trabajo cooperativo y en red. Estimulados para la
innovación y la investigación.
7. Con
una ratio razonable y con profesorado ayudante y en prácticas. Con momentos
para diseñar, evaluar, formarse e investigar.
8. Con
un ambiente acogedor, donde los tiempos, espacios y mobiliarios estimulen y
respeten las necesidades y los ritmos de los menores.
9. Cogestionada
con autonomía por toda la comunidad educativa. Que promueva la
corresponsabilidad del alumnado. Comprometida con el medio local y global.
10. Auténticamente
pública y laica. Con un marco legal mínimo basado en grandes finalidades y
obtenido por un amplio consenso político y social.
El análisis del contenido de
este manifiesto comenzó en un principio a modo de trabajo grupal durante la
clase de Procesos y contextos educativos, en el que cada miembro del grupo
debía desarrollar una de las ideas en concreto. Por eso, pasaré a comentar la
afirmación en la que yo me centré, dentro de mi grupo:
NO ES VERDAD que los docentes
españoles tengan un exceso de formación pedagógica y un déficit de formación en
contenidos.
En mi opinión, el efecto que
se produce en este momento en la educación en España es justamente el
contrario. Los profesores de secundaria poseen amplios conocimientos en la
materia que imparten y sin embargo sus competencias en materia pedagógica son
prácticamente nulos. Esta es una de las razones por las que, en teoría, decidió
imponerse el Máster del profesorado. Sin embargo, habrá que esperar unos años
para valorar si este cambio alcanza los objetivos deseados. Pero este cometido será
muy difícil si tenemos en cuenta que los profesores de universidad, que se supone
deben formar a los futuros docentes, no han necesitado cursar absolutamente
ninguna formación pedagógica.
Además, la educación de los
docentes es predominantemente teórica, estando muy poco vinculada a los centros
educativos en los que posteriormente van a tener que ejercer su labor profesional.
Tratándose de una profesión eminentemente práctica debería ser requisito
imprescindible desarrollar habilidades procedimentales que serán muy difíciles
de adquirir si no es a través de la práctica misma.
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